abril 29, 2024

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Momo González: “Jugando en el ‘drive’ me presioné mucho, sentía que tenía que dar la talla todo el rato”

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Momo González: “Jugando en el ‘drive’ me presioné mucho, sentía que tenía que dar la talla todo el rato”

Jerónimo González Luque (Antequera, 1997) afronta ilusionado una nueva temporada. Tras un 2023 convulso con hasta cuatro parejas, ha elegido a Federico Chingotto como su compañero para la nueva etapa que se avecina en el pádel con Premier como principal circuito profesional.

A pocos días de iniciar la pretemporada a las órdenes de Gaby Reca, el jugador andaluz repasa todo lo que dio de sí el pasado curso, con aventura en el drive incluida,  y todo lo que espera del nuevo proyecto junto al argentino, con el que  partirá como pareja 5

PREGUNTA.  ¿Por qué ha elegido a Chingotto como compañero para 2024?

RESPUESTA. Lo de Fede siempre ha estado ahí, hubo veces que me preguntó para  jugar y no se dio, y al revés también. Teníamos ahí una espinita clavada y este año se ha dado para poder hacerlo realidad. Estoy encantado, con muchas ganas e ilusionadísimo con el proyecto.

P. ¿En qué momento lo decidieron?

R. Como te decía, siempre habíamos estado en contacto, hablábamos de jugar en algún momento… y fue después del Master Final cuando lo decidimos.

P.  ¿Qué objetivos se marcan?

R.  Empezamos pareja 5 y el primero a corto plazo es meternos en el top-4. Queremos afianzarnos, crear automatismos, ser un equipo y  así llegarán los resultados, poco a poco.

P. Así, a bote pronto, ¿qué puntos fuertes y puntos débiles ve en la pareja?

R. Creo que seremos una pareja muy rocosa  a través de la defensa y que podremos hacerlo bien en las pistas donde la bola vaya más lenta. Luego en pista más rápida donde prime más el ataque quizás tendremos algunos problemas, pero estoy seguro que cuando empecemos a entrenar convertiremos estos puntos débiles en fortalezas.

P. Se ha generado mucho revuelo tras el anuncio de su unión. ¿Son conscientes de que pueden ser la pareja más carismática del circuito?

R. Bueno, no sé si somos los más carismáticos, pero sí que creo que somos alegres y desprendemos eso tanto dentro como fuera de la pista. No forzamos nada y eso hace que el público conecte con nosotros. Yo vaya donde vaya me siento muy querido, todo el mundo me hace sentir como en casa y ojalá ese punto pueda jugar a nuestro favor para así mejorar nuestro rendimiento sobre el 20×10.

P. Echando la vista atrás, justo hace un año, ¿se había imaginado una temporada así?

R.  La verdad que no. Esperaba un 2023 más tranquilo, sobre todo en cuanto a cambios de parejas. Sí esperaba que fuese duro por la cantidad de torneos y viajes, pero yo soy una persona a la que siempre le ha gustado acabar el año con  el compañero con el que lo empezó o, si acaso, un cambio a mitad. He tenido cuatro compañeros y ha sido atípico para mí, pero son cosas que pasan y se superan.

P. ¿Cómo le ha afectado un año así a nivel mental?

R.  Es difícil porque son situaciones nuevas, a mí no me gusta nada la inestabilidad porque normalmente cuando cambias de pareja también cambias al completo el equipo de trabajo, a veces de ciudad… y eso me pone muy nervioso, odio la incertidumbre y no tener las cosas controladas. Es verdad que cuando ya pasa un poco el tiempo y todo se normaliza empiezo a estar bien.

P. ¿Cree que se minusvalora todo lo que les afectan emocionalmente los cambios de pareja? Muy a pesar de que siempre digan que “forma parte del juego”.

R. Es que un deportista necesita estabilidad, estar centrado en que nada del exterior distraiga y focalizar todo en el pádel. Cuando llegan situaciones así, la cabeza da mil vueltas y estás en todo menos en jugar, porque es un cambio completo de todo. De puertas para afuera  la gente puede pensar ‘bueno, cambian de pareja, pero son buenos y si se juntan lo harán bien’. Pienso, por ejemplo, que si se juntasen Lebrón y Tapia no sería garantía de éxito porque en esto juegan muchos factores.

P. Justo después de dejarlo con Álex va con Yanguas, una etapa corta, y luego con un exnúmero 1 como Sanyo… ¿Cómo vivió esas semanas locas?

R.  Fue complicado pasar de un proyecto a largo plazo como tenía con Álex a, de repente, jugar con uno de los mejores de la historia. En ese momento estaba feliz, tenía muchas ganas y empezamos muy bien, aunque nos pesó mucho el hecho de no poder entrenar una barbaridad. Al principio creo que pillamos desprevenidos a nuestros rivales, pero  luego ya nos encontraron la vuelta y no supimos variar nuestra manera de jugar. Eso creo que se consigue entrenando y, como te he dicho, no tuvimos tiempo para trabajarlo.

P. Y, después, Javi Garrido… y probando en el drive

R. Ha sido una etapa de mucho aprendizaje. Yo sabía que Javi era un gran jugador pero en mi mente estaba todo el rato el hecho de que era yo el que había cambiado de lado y que casi todo dependería de mí.

P. ¿Se sentía, en parte, como el ‘señalado’ de la pareja?

R. Sí, sí, y no por la gente, ojo, sino por mí mismo. Yo sentía que tenía que dar la talla en la nueva posición y después del primer torneo me pesó bastante. Luego es verdad que fui rodándome poco a poco y mejoré, llegando a sentir casi que jugaba como un drive natural.

P. ¿Qué nota pone a su etapa en la derecha? Recuerdo que nos dijo tras dejarlo con Álex que, con una buena pretemporada, podría ser un buen jugador de drive

R.  ¡Me pondría un 6 o 6,5, tengo mucho que mejorar! (risas).

P. Entiendo que, viendo su elección de compañero, prefiere el revés.

R. Sin duda, me quedo con esa posición, me gusta mucho más, aunque he aprendido mucho en esta corta etapa en la derecha. No es que odie esta posición pero siento que aporto más en el revés.

P. ¿Cree que ser un jugador ‘camaleónico’ perjudica más que beneficia?

R.  Es muy distinto, sobre todo cuando es un cambio permanente.  Por ejemplo, si yo habitualmente juego en el revés y por lo que sea un partido tengo que jugarlo en la derecha es relativamente fácil. Lo difícil es el cambio permanente, y eso solo lo pueden hacer algunos privilegiados.

P. ¿Cómo ve el 2024?

R.  Me gustaría que tuviese estabilidad y poder acabar el año con mi compañero. Creo que este 2024 será más sencillo porque el calendario está más ordenado y saneado, aunque soy consciente de que esto del medio plazo es difícil. La pareja es nueva y la gente se cree que no, pero hay muchas cosas que afectan y no todo se reduce a jugar bien al pádel… Hay muchos factores que influyen en el día a día. Mi objetivo es ser número 1, y lo digo abiertamente, no sé si llegaré o no, y siendo realista en 2024 lo más normal es que no lo sea, pero entreno con la idea de serlo cuando toque. Somos 50 o 100 que tenemos lo mismo en la cabeza, pero quiero que mi compañero piense que podemos ganar cualquier partido, sea el que sea.

P. Se ha quedado ya varias veces a las puertas de un título World Padel Tour. ¿Le ha llegado a obsesionar esto?

R.  No es algo que me obsesione pero sí que muchas veces pienso ‘he estado cerca cinco veces, estoy ahí pero no llego…’ Si te fijas, en los últimos años hay cada vez menos jugadores que tienen la suerte de ganar títulos, pero creo que tarde o temprano caerá y me llegará.

P. ¿Cómo hace para estar en todos los highlights de mejores puntos cada año?

R.  ¡Ojalá pudiese estar en todas las finales! (risas) Firmo no hacer más puntazos y estar ahí peleando por títulos, es uno de mis grandes deseos para 2024.

Fuente Marca 2024

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